Difusión. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año fallecen aproximadamente cuatrocientas mil personas a causa de la hepatitis C, como consecuencia de cirrosis y carcinoma hepatocelular primordialmente. Mayor difusión de la enfermedad, la clave. Dado que la infección aguda por el VHC es mayoritariamente asintomática, a menudo un paciente puede carecer de un diagnóstico durante varias décadas, momento en el que aparecen síntomas secundarios al daño hepático grave. De este modo, sólo el diagnóstico precoz puede prevenir problemas de salud derivados de la infección y, por consiguiente, la transmisión del virus.

La Fundación HCV Sin Fronteras se instituye en un factor determinante para la difusión permanente de la patología a nivel nacional. María Eugenia de Feo Moyano, presidente la institución, comprende la necesidad de lograr un mayor alcance de difusión en pos de minimizar la prevalencia en el país: “Argentina es un territorio muy extenso y lamentablemente todavía faltan especialistas en muchas ciudades. Si bien se realizan capacitaciones presenciales y online continua para formar más profesionales en el conocimiento de la enfermedad, el conocimiento de la hepatitis C en la mayoría de los efectores de salud de todo el país es muy bajo”, resume la especialista.

– ¿Qué acciones se desarrollan en pos de la difusión del Día Mundial de la Hepatitis?

En todo el mundo se desarrollan acciones que tiendan a elevar el conocimiento de la enfermedad, aumentar el compromiso de las autoridades de salud para generar políticas públicas que permitan aumentar el diagnóstico temprano, la atención sanitaria y el acceso a tratamientos. La Organización Mundial de la Salud promueve que las hepatitis virales se puedan eliminar para el año 2030, esto hace eje en la disponibilidad de vacunas para las hepatitis A y B y los tratamientos que curan la hepatitis C, de modo que en tal sentido se ha elaborado una estrategia mundial para ayudar a los países a implementar planes y programas. La eliminación de la hepatitis viral no es sólo una meta de la salud pública, sino que es una meta individual para millones de hombres, mujeres y niños de todo el mundo. Cualquier individuo puede verse afectado por la hepatitis viral y todos desempeñamos un papel para lograr su eliminación.

– ¿Cuál es la máxima diferencia entre la hepatitis C con respecto a las otras dos variantes?

Las hepatitis virales han sido identificadas con varias letras del abecedario para diferenciarlas ya que tienen formas de transmisión y tratamientos diversos. Así hoy existen hepatitis A, B, C, D y E. Las más comunes son las tipologías A, B y C. Mientras que las hepatitis A y B tienen vacuna preventiva, la C no. La principal vía de transmisión de la hepatitis C es a través del contacto directo con sangre infectada o hemoderivados, vía parenteral, una pequeña gota de sangre puede transmitir la infección, como por ejemplo cepillos de dientes, máquinas de afeitar, tatuajes, material odontológico no esterilizado adecuadamente para la hepatitis C, etc.

– ¿Qué sintomatología presenta y cuál es su tratamiento?

La hepatitis C es generalmente asintomática, de modo que se constituye en uno de los mayores inconvenientes para la detección temprana. Cuando se registran síntomas generalmente es porque el hígado se encuentra muy dañado por el virus. Actualmente, afortunadamente, los nuevos tratamientos para la hepatitis C pueden eliminar el virus en el 98% de los casos. Hasta el año 2013, los tratamientos eran sólo efectivos en un 50% y tenían muchos efectos adversos. En Argentina disponemos de los nuevos tratamientos desde el año 2016.

– ¿Cómo es el nivel de conocimiento/desconocimiento de la enfermedad a nivel mundial?

La OMS estima que aproximadamente 185 millones de personas tienen hepatitis C en el mundo y sólo el 10% está diagnosticada. El conocimiento de la enfermedad aún es muy bajo a nivel global para la grave carga de salud que implica. Se ha avanzado mucho desde el año 2000 en el que nuestra Fundación inició sus actividades, puesto que uniendo ong´s de pacientes de todo el mundo reunidos en una alianza mundial logramos que en la 69° Asamblea Mundial de la Salud del año 2010 se dispusiera un día mundial para luchar contra la hepatitis, en el que se pregona trabajar entre los países para evitar más muertes y propagación de la enfermedad.

– ¿Cómo es la formación del profesional de la salud argentina sobre hepatitis?

En nuestro país contamos con profesionales de un altísimo nivel académico nacional e internacional formados para la atención específica de las enfermedades del hígado, y en particular las hepatitis virales. Argentina es un territorio muy extenso y lamentablemente todavía faltan especialistas en muchas ciudades. Si bien se realizan capacitaciones presenciales y online continua para formar más profesionales en el conocimiento de la enfermedad, el conocimiento de la hepatitis C en la mayoría de los efectores de salud de todo el país es muy bajo.

– ¿Qué nivel sanitario presenta Argentina sobre la enfermedad?

En el país aún no hay estadísticas totales sobre la carga de la enfermedad, aunque se estima por estudios parciales realizados en diferentes provincias que entre 400 y 600 mil argentinos pueden tener hepatitis C. Asimismo, de la totalidad expresada menos del 5% se encuentra diagnostica, y de ellos sólo el 1% recibió tratamiento. Actualmente las personas con hepatitis C tienen que presentar un estado avanzado de la enfermedad para recibir tratamiento, de forma gratuita para aquellos sin cobertura de salud a través del Programa Nacional de Hepatitis, siempre en base a la condición avanzada de la enfermedad.