Todo comenzó un 8 de noviembre, pero de 1895. Wilhelm Conrad Roentgen, un ingeniero mecánico y físico alemán, mientras experimentaba con un tubo de rayos catódicos accidentalmente descubre los rayos X. Desde ese entonces los descubrimientos en el ámbito de la radiología han evolucionado vertiginosamente. La primera radiografía de una mano (de Anna Bertha Ludwig, esposa de Roentgen), dio paso en el ámbito del diagnóstico por imágenes a la radiología intervencionista. También a las ecografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas nucleares (RMN) y más recientemente a las tomografías por emisión de positrones.

Este nuevo Día Mundial de la Radiología encuentra a los especialistas en la era de la digitalización y en medio de otra gran revolución tecnológica. La inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse y ha comenzado a impactar de lleno en el día a día laboral. Como todo fenómeno disruptivo, despierta interrogantes: ¿Reemplazará a estos profesionales, finalmente, una computadora? Quienes se dedican a la radiología aseguran que eso no sucederá.

¿En que áreas de la radiología tiene aplicación la inteligencia artificial?

Cada vez es más frecuente que los profesionales de la radiología se encuentren en su trabajo con términos que provienen de las ciencias computacionales. Han aprendido que la IA es la habilidad que tienen las máquinas para realizar tareas, según los humanos, inteligentes. También saben que a través del machine learning esos sistemas informáticos pueden perfeccionar la respuesta ante un estímulo determinado. Todo por medio de la experiencia y el aprendizaje automático.

Es así que hoy dichas herramientas informáticas están presentes a la hora de cuantificar microcalcificaciones en una mamografía, en la evaluación de respuestas terapéuticas a fármacos oncológicos, o en la optimización de la dosis de radiación necesaria para obtener imágenes.

La inteligencia artificial modifica el desempeño en radiología

Pero la IA, más que limitarse a la interpretación de un estudio, tiene la vocación de modificar directamente el flujo de trabajo de un radiólogo o radióloga. Lo explicó, en el último Congreso Interamericano de Radiología, el Dr. Alberto Ramírez García Mina. Es integrante del Hospital Universitario Puerta de Hierro (España).

Según el profesional, la injerencia de la IA se extiende desde la petición de la imagen hasta el informe de los resultados. A la hora del pedido de imágenes, el empleo de la IA puede servir para predecir el riesgo que tiene el paciente de faltar a la cita para realizar el examen. Aunque además resulta de utilidad para elegir la prueba que le es más adecuada.

La adquisición de la imagen también puede verse facilitada gracias a la IA. Fundamentalmente debido a una mejor colocación del paciente y a una más óptima selección del rango anatómico. Eso hace que estudios que habitualmente demandan tiempo, como por ejemplo las RMN, resulten más breves.

El mejor procesamiento de imágenes por medio de estas herramientas informáticas permite afinar los diagnósticos. Y en algunas situaciones incluso detectar de manera automática algunos hallazgos. El Dr. Ramírez García Mina menciona a la identificación del neumotórax, derrames pleurales, o cánceres de mama, pulmón, o próstata, como aplicaciones interesantes. En el cáncer de mama, resalta que por medio de la IA es factible evitar factores -como por ejemplo la densidad del tejido mamario– que habitualmente dificultan la visión del ojo humano.

Por último, esta nueva tecnología tiene un rol importante al informar los resultados de estudios. Entre otras cosas permitiría emitir de manera automática informes estandarizados para describir ciertas patologías. Rápidamente uniría los hallazgos radiográficos, con el informe que le corresponde. Según el profesional, eso aseguraría incluso una mayor homogeneidad entre instituciones y países.

La inteligencia artificial no desplazará al especialista

Hacia fines de 2021 en un foro internacional, organizado por la Sociedad Europea de Radiología, se analizó el rol que tiene y tendrá la IA en la práctica profesional de la radiología. En las conclusiones piden que la relación entre esta nueva tecnología y la especialidad sea vista como simbiótica, más que de tipo competitiva. Entre otras cosas se comentó acerca de la capacidad de la IA para dar más visibilidad a los especialistas, expandir su desempeño profesional y permitirles incrementar el nivel de atención que brindan a los pacientes. “Los radiólogos deben ser vistos como líderes intelectuales y expertos médicos en IA”, asegura el informe final.

El evento contó con la participación de expertos y expertas de Latinoamérica. Allí la Dra. Beatriz González Ulloa, en representación del Colegio Interamericano de Radiología, expresó que la IA no reemplazará a los especialistas. El trabajo diario pide saber comunicar diagnósticos, así como considerar valores y preferencias de los pacientes. También demanda poner en juego el criterio clínico y participar en la elaboración de políticas y procedimientos de intervención. Para la profesional, difícilmente estas tareas sean suplidas por una máquina.

El rol de los radiólogos clínicos

La Dra. González Ulloa cree que en definitiva “la IA permitirá a los radiólogos concentrarse en actividades con valor agregado, volverse más visibles para los pacientes y desempeñar un papel vital en los equipos clínicos multidisciplinarios”.

Considera que también es factible -dado el bagaje de conocimientos clínicos que poseen- que los especialistas oficien de guías para los programadores encargados de diseñar nuevos algoritmos.

“En América Latina, al igual que otras regiones del mundo, los radiólogos clínicos juegan un papel importante en la integración del diagnóstico”, comenta la experta. Y agrega que “la IA y sus aplicaciones en imágenes son herramientas poderosas diseñadas para aumentar la precisión del diagnóstico, pero no los reemplazarán”. Otros expertos piensan que es más probable que suceda el reemplazo de un radiólogo que no emplea IA por otro que sí la utiliza.