Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “en las Américas, el consumo de alcohol es aproximadamente 40% mayor que el promedio mundial. En general, la población en las Américas consume alcohol en un patrón que es peligroso para la salud, y México no es la excepción”.

La propia OMS indica, en un informe reciente, que en el mundo un promedio de tres millones de personas pierden la vida cada año por los daños del alcohol, y el 13,5% de esta cifra está compuesta por jóvenes.

Adolescencia y alcohol

En México, durante 2021, más de cuatro millones de adolescentes que consumieron alcohol.

Durante el año pasado la prevalencia de consumo de alcohol entre la población de 10 a 19 años fue de 21.1%. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2021. Esto significa que 4.673.906 de adolescentes consumieron al menos una copa de bebida alcohólica en los últimos 12 meses con una frecuencia diaria, semanal, mensual o anual.

Son los hombres adolescentes los que más consumen alcohol, con una prevalencia de 24.3%, mientras que en las mujeres es de 17.9%. Cabe señalar que las cifras de 2021 no fueron tan diferentes a lo observado en 2020, cuando la prevalencia fue de 21.3% (23.4% en hombres  y 19.2% en mujeres).

El 8.0% de la población adolescente reportó consumir alcohol con frecuencia mensual, siendo más la ingesta en hombres (9.0%) que en mujeres (7.0%).

El 3.5% de adolescentes reportaron un consumo excesivo de alcohol con frecuencia mensual, siendo mayor en hombres (4.3%) que en mujeres (2.7%).

Mientras que el 5.5% reportó haber consumido alcohol en exceso en al menos una ocasión en los 30 días previos a la encuesta (7.3% de los hombres, 3.6% de las mujeres)

Consumo letal

El consumo de alcohol entre los adolescentes tiene diversas consecuencias en su salud e integridad que pueden ser mortales.

De hecho, en el grupo etario de 15 a 24 años de edad las dos primeras causas de muerte son los homicidios y los accidentes, sobre todo de transporte.

Datos del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara indican que 3 de cada 10 personas atendidas en hospitales mueren por algún tipo de traumatismo provocado por accidentes automovilísticos relacionados con el consumo de alcohol.

Asimismo, alrededor de 29% de las lesiones no intencionales de muerte en el país son atribuibles al consumo de alcohol. Aunque en muchos casos los decesos relacionados con esta adicción no presentan lesiones (por ej. en las personas indigentes o que viven en la calle).

El ejemplo en casa

En la actualidad, en México más de 20 millones de personas enfrentan adicción al alcohol y con frecuencia se trata de quienes comenzaron a beber a los 13 o 14 años de edad en promedio, aseguró Gady Zabicky Sirot, Comisionado Nacional contra las Adicciones. Además, advirtió que. por lo general, “las y los jóvenes comienzan el consumo en casa y esto hace que se normalice dicha conducta”.

Asimismo, resaltó que “durante la pandemia se incrementó el consumo de alcohol en jóvenes, y las personas que estaban en proceso de dejar de beber tuvieron recaídas por el confinamiento y la suspensión de reuniones presenciales de grupos de alcohólicos anónimos. De esta manera, 21 mil 990 jóvenes registraron mayor consumo durante la pandemia”.

Especialista en psiquiatría y adictología, Zabicky Sirot también mencionó que el cerebro adolescente es susceptible a los efectos perjudiciales del alcohol por los cambios físicos en este período de la vida. “La evidencia científica muestra que la interacción de diversos factores como familia, escuela, amigos, el espacio físico y el aspecto socioeconómico, aumentan la vulnerabilidad de una persona al consumo de sustancias psicoactivas. También, a desarrollar trastornos relacionados con el abuso en la ingesta de este producto”.

“Uno de los factores protectores hacia niñas, niños, adolescentes y jóvenes es evitar el consumo de bebidas alcohólicas en el seno familiar”. Esto, según el especialista, y recomendó “no tener en casa una cantina o una cava de vinos, no dejar bebidas alcohólicas al alcance de menores de 18 años y evitar el abuso del consumo en fiestas familiares”.