Argentina es un país libre de malaria. Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud, que otorgó al país este reconocimiento para convertirlo en el cuarto de la Región de las Américas en ser certificado, después de Chile, Uruguay (distinguidos como países donde nunca existió la enfermedad), y Paraguay (que al igual que Argentina, debió encaminar esfuerzos para combatir la patología, y lo consiguió en 2018).

Para que un país pueda alcanzar esta certificación, es necesario que consiga demostrar que ha interrumpido la transmisión autóctona de la enfermedad durante al menos 3 años consecutivos.

¿Cómo lo lograron?

La máxima entidad sanitaria explica que, en Argentina, los esfuerzos por conseguir este logro se remontan a 1970, cuando el Estado se propuso sumar esfuerzos para combatir la enfermedad.

Según se explica en el comunicado oficial de la OMS, “los elementos clave de su enfoque incluyeron capacitar a los trabajadores de salud para rociar los hogares con insecticidas, diagnosticar la enfermedad a través de la microscopía y responder de manera efectiva a los casos en la comunidad“.

Además, la OMS resalta los resultado positivos obtenidos a través de la colaboración entre fronteras.

De acuerdo con sus registros, “entre 2000 y 2011, Argentina trabajó estrechamente con el Gobierno de Bolivia para rociar más de 22.000 hogares en zonas fronterizas, además de ofrecer diagnóstico y tratamiento a los casos de malaria que se encontraban”.

Inspiración para otros

La Dra. Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la OMS para las Américas, informó en el comunicado que considera que “Argentina servirá como inspiración y como un ejemplo para que otros países de las Américas logren la eliminación de la malaria en los próximos años”.

Según precisa, “Argentina informó sobre el último caso autóctono en 2010 y ha demostrado tener el compromiso; la capacidad dentro de sus sistemas de salud, laboratorio y vigilancia; y el financiamiento necesario para prevenir el restablecimiento de la malaria en el país”.

El día en que se realizó el anuncio, la OMS también otorgó el mismo nombramiento a Argelia, cuyo último caso fue registrado en 2013 y se convirtió en el segundo país en la Región de África en ser oficialmente reconocido como libre de malaria, después de Mauricio, que fue certificado en 1973.