Este 7 de abril se conmemora un nuevo Día Mundial de la Salud. La efeméride, promovida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en honor al aniversario de su fundación, lleva este año el lema “Salud para todos”. En América Latina, el gran desafío viene por el lado del control de las denominadas enfermedades no transmisibles (ENT). Incluyen a las patologías cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes, entre otras.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en Latinoamérica se producen alrededor de 5,5 millones de muertes anuales por estas enfermedades. Ya en 2021, la OPS había manifestado su preocupación acerca del impacto de la pandemia por COVID-19 en las estrategias de prevención y control de las ENT. Ahora se confirma que durante el período 2019-2021 existieron interrupciones significativas y sostenidas en el control de dichas patologías en todos los países de la región.

Dificultades en el manejo de enfermedades no transmisibles

El dato surge de un artículo publicado recientemente en la revista BMJ open. Lleva la firma en primer término de Silvana Luciani, experta del departamento de ENT y salud mental de la OPS. Consistió en un estudio descriptivo que por medio de encuestas a autoridades ministeriales recabó información oficial de todos los países de América Latina. Entre otras cosas se tuvieron en cuenta la disponibilidad de: guías actualizadas para el manejo de las ENT, medicamentos y tecnologías esenciales en el ámbito de la atención primaria, oportunidades para el tamizaje de distintos cánceres, o el grado de acceso que tenían pacientes con neoplasias terminales a cuidados paliativos.

Pero también, en la investigación se analizó información acerca de la existencia de interrupciones en programas dirigidos al control de las ENT, la reasignación del personal sanitario a actividades vinculadas a la pandemia por COVID-19 y la puesta en marcha de estrategias para mitigar dichas interrupciones.

En los resultados del trabajo puede leerse que más del 50% de los países de América Latina informaron la falta de directrices actualizadas, medicamentos esenciales y servicios de utilidad para el manejo de las ENT. La pandemia fue responsable de marcadas interrupciones en los servicios de control ambulatorio. Solo 12 de 35 países (34%) comunicaron que funcionaban con normalidad durante el período analizado. Por otro lado, se detectó que el personal de salud fue reubicado en gran medida en actividades destinadas a dar respuesta a la infección por COVID-19.

Resta conocer el impacto en estadísticas

Por ahora, no está claro en la región el impacto que tuvieron las interrupciones en las tasas de las ENT. Tampoco se conoce la efectividad de ciertas estrategias, como por ejemplo la telemedicina, a la hora de mitigar los inconvenientes generados por la pandemia. Nuevas investigaciones deberán aclarar este interrogante.

Por el momento, desde la OPS consideran prioritario fortalecer los servicios de atención de las ENT y recuperarse del retraso y el tiempo perdido en el manejo de esas patologías. Consideran que ahora, con los casos de COVID-19 en descenso, la prioridad en salud pública pasa por mejorar el acceso equitativo a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las ENT en el nivel de atención primario.

Para ello se deben actualizar las pautas de manejo, capacitar equipos multidisciplinarios de atención médica y aumentar el acceso a medicamentos y tecnologías esenciales, entre otras acciones. “La mejora de la capacidad de los servicios para enfermedades no transmisibles está estrechamente relacionada con la cobertura sanitaria universal”, recuerdan desde la entidad.